Velocidad de la página web: ¿Por qué es importante y cómo optimizarla?
La velocidad de la página web es un aspecto esencial a vigilar independientemente de tu tipo de negocio o sector. Te contamos cómo optimizarla.
La velocidad de la página web es un aspecto esencial a vigilar independientemente de tu tipo de negocio o sector. Ya tengas una revista online como un ecommerce o una web informativa el tiempo de carga es un factor de peso.
Esto se debe a que no solo se trata de un factor clave para Google a la hora de posicionar una web dentro de sus resultados de búsquedas sino que afecta a cómo los usuarios se relacionan con nuestra web.
Podríamos resumir la importancia de la velocidad de la página web en que a nadie -incluido Google- le gusta que un dominio tarde en cargar.
Una vez que tienes esto claro es lógico que te preguntes cuándo consideramos que una página es lenta.
En este post responderemos a esa y otras dudas contándote por qué es importante tener una web rápida, cómo puedes evaluar tu velocidad y cómo trabajan los programadores para optimizarla.
¿Por qué importante tener una web rápida?
Hemos dejado ya bastante claro que tener una web rápida es imprescindible pero ¿por qué concretamente? Vamos a centrarnos en cuatro puntos básicos que están estrechamente relacionados con la velocidad de carga:
- Tasa de rebote y abandono: ¿Has registrado alguna vez que un usuario ha entrado en tu web y ha salido sin hacer nada? ¿Tienes muchos abandonos de carrito? ¿Es este número alarmante? Posiblemente se deba a que tu web carga lento. Los usuarios son muy impacientes y no hay cosa que más “rabia” les dé que una web que tarde en ofrecerles justo lo que quieren, una sensación de frustración que aumenta cuando su objetivo no es otro que comprarnos algo.
- Un factor de peso para fidelizar usuarios: Si la lentitud es mala, la rapidez y fluidez es todo lo contrario. Si les das a los usuarios la oportunidad de lograr sus objetivos de una forma rápida (idealmente más rápida que tu competencia) lo recordarán y volverán.
- Relacionada con el posicionamiento orgánico: Por dos razones, la primera es que Google está obsesionado con la experiencia de usuario y premia a aquellas webs que la ofrecen siendo la velocidad un buen indicador. La segunda es que los bots de Google dedican un tiempo limitado a analizar cada url, cuando más rápido puedan acceder a tu sitio más posibilidades tendrás de que te rastreen y te indexen; algo esencial para aparecer en los resultados.
- Especialmente importante en mobile: Si los usuarios ya son de por sí impacientes, en mobile lo son más. Por otro lado, no podemos dejar de lado que los móviles tienen un procesador más limitado y tendrán aún más problemas con ciertos aspectos que ralentizan una web; haciendo que cargue mucho más lento.
¿Cómo evalúo la velocidad de mi página web?
En internet podrás encontrar numerosas herramientas para analizar la velocidad de tu página web. La mayoría funcionan de una forma similar, tan solo hará falta introducir el dominio para que lo analicen y te ofrezcan una valoración.
Dentro de todas las opciones para analizar la velocidad de la página web desde Ikigai te recomendamos PageSpeed Insights, la herramienta de Google pensada para este propósito. Además de un ranking, cuenta con la ventaja de que nos ofrece una serie de recomendaciones para optimizar la velocidad muy útiles para detectar dónde está él o los problemas de carga.
Respecto al ranking, PageSpeed Insights puntúa las webs de 0 a 100. Es importante destacar que rara vez puede lograrse un 100, vamos a distinguir entre tres baremos diferentes en función de los resultados:
- Inferior o igual a 60: Se trata de una web alarmantemente lenta que debería de solucionar al menos sus problemas más graves.
- Entre 60 y 80: No es alarmante pero tiene un buen margen de mejora que, sin duda, mejorará su rendimiento.
- Más de 80: Una velocidad de carga muy aceptable.
¿Cómo se optimiza la velocidad de carga de una web?
La velocidad web se optimiza con lo que los programadores llaman una WPO (Web Performance Optimization) que consiste en detectar problemas y márgenes de mejora dentro de la web que ayuden a optimizar su rendimiento y darles solución. A continuación vamos a ver algunas acciones más comunes:
- Reducir el tamaño de imágenes y archivos: A veces uno de los problemas de carga de las webs es que se utilizan imágenes más grandes de lo necesario o con un tipo de archivo que pesa mucho.
- Comprobar que no sea un problema del servidor: En ocasiones, el problema no está en la web sino en el servicio de hosting contratado. Un buen programador puede asesorarte si es necesario cambiar de proveedor o de servicio.
- Optimizar el código de la web: Cuanto más largo y más espacios en blanco tenga el código peor rendimiento tendrá la web. Por lo hablar del código innecesario que generan algunas plantillas, por ejemplo. El programador es capaz de saber qué puede borrarse y cómo comprimir el código de una forma adecuada.
- Minimiza las redirecciones y te ayuda a dejar solo las que sean estrictamente necesarias para evitar que se ralentice la web al tener que pasar por diferentes urls hasta llegar la destino.
- Analiza el número de plugins y te ayuda a valorar cuáles son necesarios: Estos ralentizan la carga de la web y, a veces, ni siquiera se están utilizando.
Estas y otras muchas acciones más específicas permiten a los programadores como los de Ikigai optimizar tu página web y hacer que su velocidad de carga sea mucho más rápida. Consulta con nuestro equipo y descubre cómo podemos optimizar el rendimiento de tu web para ayudarte a alcanzar mejores resultados. ¡Te esperamos!
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